viernes, 19 de febrero de 2010

Los viernes

Trabajo haciendo aplicaciones para una entidad financiera, el cliente nos hace llegar sus especificaciones y nosotros hacemos el diseño, la aplicación, la testamos y la mandamos a la entidad para que el equipo encargado de ello la configure e instale.

Trabajamos bastante con dicho equipo, y hay veces que tenemos situaciones un tanto kafkaianas.

Hace un mes tuve que hacer un cambio en una de mis aplicaciones para que incluyera una funcionalidad de otra aplicación que yo no llevo, y lo hice intentando guardar la similitud con la configuración de la ya existente para que resulte más sencillo el soporte y mantenimiento.

Esta mañana una de las personas que está allí dando soporte de las aplicaciones que generamos, me pregunta que cómo tienen configurado ELLOS esa aplicación que no llevo yo, le contesto que no lo sé.

Me dice que si no me han mandado ningún mail, para cuando tuve que hacer la modificación de la mía, en que digan la configuración de su aplicación.

Le digo que sí, ya que es en lo que me basé para hacer el cambio, y que esa persona estaba en copia.

También le digo el día y la hora del mail, y me dice que mejor se lo reenvíe, que es que borra los mails.

Ante esto me pregunto para que he estudiado yo una carrera superior, y sobre todo, que es lo que ha estudiado una persona como la que me llama para no ser capaz de mirar como tienen configurada una aplicación (algo tan sencillo como ir a donde esté el fichero, abrirlo y leerlo).

Aunque claro, la culpa es mía, por darle los datos, lo que tendría que hacer es decir que yo tampoco lo sé.

domingo, 14 de febrero de 2010

Cumplimos un año

Hace aproximadamente un año, la veterinaria no sabía la fecha exacta, nací.



Al poco me llevaron a una tienda con más conejitos como yo, y un día una chica me vió, le gusté (algo tuvieron que ver mis manchitas) me metieron en una cajita y me llevaron para regalarme a otra chica (aquel día fue un poco caótico).

La chica a la que me regalaron es la pesada, la que me da de comer, limpia lo que ensucio y me achucha, yo no estoy siempre de acuerdo con eso de los achuchones, pero en general no me quejo y hasta los busco :).

Luego está el "otro" el que se dedica a hacerme la pascua cada vez que me da de comer, luego yo sin querer le muerdo, y el se queja, pero vamos, que también es simpatico...a su modo, jejejeje.

En este año he aprendido a mear en mi sitio, a pedir comida y mimitos y a morder las sillas de madera (no se que dice la pesada de que menos mal que son del ikea...).

He descubierto que no me gusta la veterinaria, ni viajar, pero que me encanta que me arrasquen la cabeza...hasta ronroneo.

En fin, que ya soy un "señor conejo"