lunes, 11 de febrero de 2013
Nido del cuco
No suelo tomar muchas copas-cocteles, pero de vez en cuando, sobre todo cuando me llevan a algún sitio curioso, pues me lanzo.
El sábado, después de comer, fuimos a un sitio en Valladolid, detrás de la Antigua, que ponen cocteles, y me pedí un nido del cuco.
La preparación fue bastante laboriosa y la presentación es preciosa.
Te sirven un vaso con un huevo de chocolate al fondo, y algodón de azucar, y al lado una cesta de ramitas, con un recipiente metálico, hielos y una jarrita donde va el coctel (la parte líquida, al menos).
El asunto consistía en echar el contenido de la jarrita en el vaso, deshacer el algodón de azucar, y tomarse la mitad de la copa.
Luego comerse el huevo, de chocolate, y seguir bebiendo, de forma que el chocolate del huevo impregnara toda la boca junto con el coctel.
Estaba bueno, pero sobre todo, era muy muy original...
(lo blanco de abajo de la copa...es el huevo ^-^)
Restaurante Trigo, Valladolid
El sábado estuvimos celebrando el cumpleaños de mi hermana en el restaurante Trigo de Valladolid
El sitio es muy bonito, y pequeño, por lo que hay que reservar con tiempo, porque tiene pocas mesas.
En la carta, aparte de un menú degustación, había platos sueltos, que fue por los que nos decantamos.
La carta de vinos era bastante extensa, y fueron muy amables al recomendarnos un vino que nos gustara.
Nos ofrecieron varios tipos de pan, aunque todos se decantaron por pan de Valladolid, menos yo que elegí el de centeno (que estaba muy rico)
De entrante nos trajeron un champiñon relleno, muy rico, muy muy suave.
Para compartir pedimos la terrina de caza
Personalmente no me gustó mucho, pero es que la caza tiene un sabor fuerte que no es lo mio, al resto de la gente, le encantó.
Y los callitos de bacalao, que nos pusieron en platos individuales (lo que es de agradecer, porque sino, con la crema de espinacas, hubiera podido haber algún incidente...)
Estaba muy rico, al menos los callos, las cremas tampoco son lo mio (para preciarme de comer de todo...jejejeje)
En los segundos, como siempre, cada uno lo suyo, pero todos con gran éxito.
Entre los pescados nos ofrecieron
Atún, exquisito:
Rape con trufa, buenísimo:
Y dos platos de guiso, que es donde el restaurante triunfó, por lo bien preparados que estaban y lo originales:
Rabo y pies, aunque sólo tengo foto del rabo:
A la hora de los postres...los pedimos todos, y no sabría decir cual estaba más rico.
Yo, como no, chocolate con pistachos (los pistachos son la cosa verde esponjiforme...muy curiosa la textura):
Arroz con leche:
Royal dulce de leche (que no sabemos muy bien que era)
Y de la piña no tengo foto...pero todos estaban muy ricos (y originales)
Al final nos trajeron unos dulces que eran como hojuelas, gominolas y jamoncitos, todo casero y muy bueno.
En total fueron unos 260 euros, 6 personas.
Un sitio totalmente recomendable, por la comida, el trato, que fue encantador y el sitio, muy acogedor.
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