Donde Mónica
Calle de Padilla, 3, 28006 Madrid
es un sitio bonito, es lo primero que te viene a la mente cuando lo ves, que sitio más bonito.
Luego piensas en que tiene encanto, y en como un sitio así puede estar escondido en pleno Barrio Salamanca de Madrid.
Todos los detalles estan cuidados, el sitio, con un ambiente "rustico" de aire ingles
la carta,
Las camareras (encantadoras)....en fin, todo.
Fuimos a comer, pero me quedé con muchas ganas de probar una merienda
O un desayuno
Porque los postres tenian una pinta de 10 (no pudimos probarlos, no nos entraba)
Teniendo en cuenta el calor que hace, fuimos a cosas "fresquitas" y "ligeras", asi que optamos por unas anchoas
La burrata con trufa
Un Foie y la degustacion de mini hamburguesitas
Que dieron el toque justo para tomar un poco de carne, sin que resultara excesivo o pesado
Las raciones son generosas, asi que comimos mas que bien, y estaba todo buenísimo.
En total, casi 30 euros por persona, pero nos fuimos a los platos mas caros de la carta, y el sitio lo merece.
La proxima vez que venga visita a Madrid...ya sabemos donde ir a merendar ^-^.
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