En todo el día no había caido ni una gota, aunque había estado nublado, así que a eso de las 20.00 estábamos en la Plaza Zorrilla dispuestos a ver pasar los pasos (los que no los hayan visto, se los recomiendo, independientemente de cualquier creencia, son obras de arte expectaculares)
La plaza estaba llena de gente, hasta que empezó a llover.
Llovía tanto que tuvimos que refugiarnos en una entrada a un parking subterraneo que hay en la misma plaza, y aunque estabamos al lado, y con paraguas, llegamos calados.
La plaza quedó barrida de gente, y este es el aspecto cuando empezaba a amainar.
Por supuesto, la procesión se suspendió.
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