Este fin de semana decidí pintar un par de paredes en casa (voy a dos por año, jejejeje)
La casa estaba pintada en un color amarillo muy clarito, que se ensucia mucho, y como cuando nosotros nos mudamos ya habían vivido allí, pues las paredes estaban algo sucias.
El año pasado pinté las más sucias, una del hall, y otra del dormitorio, pero claro, al tener esas paredes limpitas, la suciedad de las otras se notaba aún más, así que el sábado me levanté con ganas y decidí pintar lo que quedaba del hall y una pared del salón (donde no está elmueble de la tele...digamos que hasta que no quitemos ese mueble, esa pared se queda sin pintar, además, con el mueble delante...no se ve la suciedad :P )
Una vez pintadas las paredes, nos acercamos al rastro el domingo, para comprar unas lámparas de papel que había visto (y quitar la especie de conos de latón que nos habían dejado) y unas telas nuevas para cubrir el sofá.
Al final el salón ha quedado mucho más alegre que antes (y encima las lámparas dejan pasar más la luz de la bombilla)
Ahora sólo queda cambiar las cortinas por unas de otro color y más ligeras.
jueves, 7 de julio de 2011
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